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EL FANTASMA DE LA NIÑA DEL POZO

Era una noche de luna llena, y cuatro amigos decidieron explorar la casa abandonada del pueblo. Habían oído las leyendas sobre el fantasma de la niña del pozo, pero no les daban miedo. Querían demostrar su valentía y pasar un rato divertido. Entraron en la casa con linternas y cámaras, dispuestos a grabar cualquier cosa extraña que vieran. La casa estaba llena de polvo y telarañas, y se oían crujidos y susurros. Los amigos se separaron para recorrer las distintas habitaciones. Pedro fue el primero en encontrar el pozo. Estaba en el patio trasero, cubierto por una tapa de madera. Pedro se acercó al pozo y lo abrió con cuidado. Se asomó al interior, pero no vio nada. Solo había oscuridad y silencio. ¿Hay alguien ahí? - preguntó Pedro, bromeando. De repente, oyó una voz infantil que le respondió: Sí, estoy aquí. Ayúdame, por favor. Pedro se sobresaltó y retrocedió. No podía creer lo que acababa de oír. Pensó que era una broma de sus amigos, pero no vio a nadie cerca. Entonces, sintió que

NAVIDAD TERRORÍFICA

Mientras en el resto del mundo la Navidad transcurría de forma natural y pacífica, en el pequeño pueblo de Alot era todo lo contrario. Santa Claus nunca pasaba a dejar juguetes a los niños, sino que un demonio se pasaba por las calles del pueblo llevándose al infierno a cualquier persona que se atreviera a pasear por sus calles en el día de Navidad. Al parecer, 200 años atrás, los habitantes de la ciudad quemaron a una bruja en la hoguera que al final resultó ser inocente. Dios se enfadó y maldijo al pueblo por matar a un inocente en un día sagrado. La maldición duraría 200 años. Mientras durara la maldición, nadie podía celebrar la Navidad. Esta era la última Navidad en la que el pueblo sufriría la maldición, y todos estaban ansiosos por que pasara. Nadie salía de sus casas, nadie encendía luces, nadie cantaba villancicos. Todos esperaban que el demonio se fuera para siempre, y que al día siguiente pudieran celebrar la Navidad y recibir regalos de Santa Claus. Pero había un niño q

LAS DOCE PRUEBAS

Estaba atrapado en un ciclo de pesadillas. Cada noche, cuando me dormía, entraba en un mundo de terror. Un mundo donde mis peores miedos, culpas y arrepentimientos se hacían realidad. Un mundo donde tenía que enfrentarme a doce pruebas. Doce pruebas que determinarían mi destino. La primera prueba era la del miedo. Me vi a mí mismo en una casa embrujada, rodeado de fantasmas, monstruos y demonios. Tenía que escapar de ellos, sin dejarme paralizar por el pánico. La segunda prueba era la de la culpa. Me vi a mí mismo en un tribunal, acusado de todos los errores que había cometido en mi vida. Tenía que defenderme de ellos, sin dejarme abrumar por el remordimiento. La tercera prueba era la del arrepentimiento. Me vi a mí mismo en una máquina del tiempo, viajando a los momentos clave de mi vida. Tenía que cambiarlos, sin dejarme llevar por la nostalgia. La cuarta prueba era la de la ira. Me vi a mí mismo en un ring de boxeo, enfrentándome a todos los que me habían hecho daño en mi vida. Tení

LA PIEDRA OSCURA

Alex era un vagabundo de avanzada edad. Toda su vida había sido un infierno. Nunca se relacionaba con las personas y siempre que alguien trataba de acercarse a él para ayudarle, él los despedía de manera grosera y a veces violenta. Con el paso del tiempo, la gente dejó de acercarse a él y este vivió toda su vida solo y en la miseria. Pero lo que la gente ignoraba era que Alex no era así. En realidad, y aunque la gente creyera que era un antisocial y mala persona que no aceptaba la ayuda de nadie, Alex era bondadoso, cariñoso y una gran persona. El motivo por el cual era así con la gente era por ser el guardián de la piedra oscura. Esta piedra fue entregada hace miles de años a una familia humana para que la cuidara. En aquella época, las almas humanas eran puras y no conocían el mal, pero el creador, en su sabiduría, sabía que el mal aparecería y si este se le dejaba crecer sin control, acabaría destruyendo el mundo. La piedra cada 100 años debía ser llevada a un lugar específico del p

GRIS CAPÍTULO 3 NO CONFIEIS EN ELLOS

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No podía conciliar el sueño. Cada vez que cerraba sus ojos, en su mente comenzaban a materializarse los ojos inexpresivos de la criatura y cuando eso ocurría a los pocos minutos se despertaba sobresaltado y con un enorme sentimiento de terror y pánico. Norwalk , miro su reloj y vio que este marcaba las tres y media de la noche. Se levantó de la cama y comenzó a vestirse, para después dirigirse al comedor principal de la base. Al entrar por la puerta pudo observar al sargento  Stuart  sentado en una de las mesas. Cuando este le vio se puso firme y le saludo.  Norwalk  cortésmente le devolvió el saludo y le pidió que se sentara. - ¿Usted tampoco puede dormir, teniente? - le pregunto el sargento. - Si sargento. Llevo casi tres horas tratando de conciliar el sueño pero no puedo.... - No me lo diga teniente- dijo Stuar. ¿cuando cierra los ojos, a los pocos minutos ve los ojos de ese ser? ¿no es así? -Si, pero ¿como lo a sabido? - Fácil, es lo que me lleva pasando a m

GRIS CAPÍTULO 2 UNA NUEVA REALIDAD

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Seis de julio de 1947. Tres días después del incidente de Roswell. Ciudad de Nueva York. La noche se había vuelto fría. Gary Norwalk se removía en su cama sin poder dormir. El dolor en su pierna derecha no le permitía conciliar el sueño. Los calmantes que su médico le había recetado ya no hacían efecto. Decidió levantarse y buscar algo en la cocina. Rebuscó en los armarios hasta que encontró su vieja pistola. Se sentó en una silla y comenzó a cargar el arma. Justo cuando estaba a punto de apretar el gatillo, el timbre de la puerta sonó. Norwalk fue a abrir y se encontró con tres hombres vestidos de militar. Eran un sargento y dos soldados rasos. El sargento le preguntó si era el teniente Gary Norwalk. Norwalk confirmó su identidad y los hombres le dijeron que debía acompañarlos. Aunque Norwalk preguntó por qué, el sargento no le dio ninguna explicación y le advirtió que si era necesario, lo llevarían por la fuerza.  Norwalk dejó la pistola en la entrada, cerró l

EL ECO DEL MAL CAPÍTULO 3

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Alex llegó a Sarat, la capital del reino de Dart, con la esperanza de encontrar un espadachín hábil que lo ayudara en su misión. Mientras exploraba la ciudad, se encontró con un gremio de espadachines, conocido por tener a los mejores guerreros de la región. Decidido a contratar a uno de ellos, Alex sacó una gran suma de dinero de su bolsa y se dirigió hacia el imponente edificio del gremio. A medida que se acercaba, quedó impresionado por su tamaño y majestuosidad. Parecía un lugar donde solo los más valientes y talentosos podrían pertenecer.  Al entrar, fue recibido por una hermosa asistenta pelirroja detrás del mostrador. Su sonrisa amable le dio la bienvenida y Alex se sintió instantáneamente atraído por su encanto. Sin embargo, sabía que su objetivo principal era obtener información sobre los espadachines. Con cortesía, Alex le pidió a la asistenta información sobre los espadachines y cuál podría ser el mejor de todos. Ella asintió y tomó un pergamino de un